Pijamas divertidas

Si tus hijos pueden asociar la hora de dormir con cosas que disfruten, será más fácil que quieran acostarse. Pijamas en colores encendidos, estampados interesantes o con algún personaje favoritos de tus hijos harán la noche más alegre. Déjalos que escojan sus pijamas favoritas e inclúyelos en la rutina.
Hay que leer

Leer en familia es un hábito que se debe fomentar, y unos de los mejores momentos para hacerlo es al caer la noche. Apaga todos los aparatos electrónicos y saca algunos de los libros favoritos de tus hijos. Este ambiente relaja a toda la familia y los prepara para la hora de acostarse.
Incluye toda la familia

La rutina óptima debe incluir a ambos padres—aunque es preferible dividirla entre los dos. Por ejemplo: quizá mamá bañe a los niños, pero papá ayuda con las pijamas, y los dos están presentes durante las canciones, los cuentos, y las buenas noches.
Un baño con burbujas

Para los bebés y niños pequeños, un baño con burbujas es una manera divertida de prepararse para ir a la cama. Productos con esencia de lavanda pueden ayudar a tus hijos a dormir más profundamente. Si no se bañan de noche, debes fomentar la rutina de lavarse la cara, las manos, y cepillarse los dientes.
Había una vez…

Lo que más recuerdo de mi niñez son los cuentos que me contaban mis padres antes de dormir. Algunos eran tiernos, otros eran de aventuras, y otros eran relatos personales de sus propias vidas. Mantén viva esta tradición con tus hijos y cuéntales cuentos.
Luz tenue

Al empezar la rutina de acostarse, es bueno tener luz tenue en tu casa. Esto les indicará que ya es momento de pensar en dormir. El efecto es psicológico, pero también práctico. Usa este tiempo para cantar algunas canciones o leer algunos libros.
Un sonido reconfortante

No hay sonido más reparador para los pequeños que las dulces voces de mamá y papá. Puedes incorporar canciones a la rutina si tienes un bebé. Usa una de las clásicas o inventa una versión única para tu familia. Para mamás con hijos más grandes, puede ser suficiente hablar de las actividades del día, los planes para el día siguiente y terminar con un “te quiero”.
Un peluche de buenas noches

Para algunos niños, un peluche es una manera especial de indicar que ya es hora de dormir. Mi hija duerme abrazada de un osito panda de peluche. Si solo se usa para las buenas noches, refuerza la rutina. Recuerda que se recomienda que los bebés no duerman con peluches, ya que pueden ser un peligro de asfixia.
Ser consistente

Si quieres establecer una rutina para acostar a tus hijos, es sumamente importante que seas consistente. No cambies drásticamente la hora designada de acostarse, y si por alguna razón se pierde el ritmo, poco a poco puedes empezar de nuevo.
Besos y risas

Quizás la parte más importante de la rutina es el beso de las buenas noches. En nuestra casa, terminamos cada noche con un ataque de besos en las dos mejillas de nuestra hija. Ella ríe y goza, pero también sabe que ya es tiempo de dormir.