La hora de dormir
La hora de dormir puede variar mucho de país en país. En los Estados Unidos, puede ser normal en un horario estricto, que el bebé se vaya a dormir a las 5 de la tarde. Pero en muchos países latinoamericanos y europeos, los bebés se acuestan por ahí de las 10 u 11 de la noche. Ya sea porque los papás trabajan hasta tarde o porque existe una tradición más permisiva en otros países, no es necesariamente malo para el bebé acostarse tarde.
Cohabitación
Aunque dormir con tu bebé en la cama contigo y tu marido, así como compartir la recámara (colocar la cuna en tu recámara) han ganado popularidad en los EE.UU., todavía no son la norma. Sin embargo, en algunos países asiáticos, los bebés duermen en las camas de sus padres por bastante tiempo. Una vez que cumplen 3 años, la cama se coloca en la recámara de los padres.
Apapachos con abuelita
En aquellas culturas donde es más común que varias generaciones, u otros familiares vivan bajo un mismo techo, no es raro que el bebé comparta la recámara con la abuelita, una tía o algún primo.
La hora de la siesta
Hay mucho que decir sobre el tema de acostumbrar a tu bebé a un horario de sueño para ayudar a regular sus siestas y el sueño nocturno. Pero en otros países, el horario es mucho más flexible y el bebé puede dormir dependiendo de lo que suceda en las vidas de mamá y papá. Esta actitud parece funcionar para muchos estilos de vida.
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Ayuda cuidando al bebé
La maternidad puede parecer una actividad solitaria en muchos países occidentales, pero el dicho "toma una aldea" tiene mucha razón. Ya sea que algunos familiares vivan bajo el mismo techo o en la misma ciudad, definitivamente existen beneficios culturales al tener una familia cercana cuando se es madre. Ayudarte durante tu cuarentena, o recibir ayuda de tu mamá o hermana tranquilizando al bebé para que puedas dormir o hacer el mandado hace tu vida con un recién nacido más facil.
Entrenamiento de sueño
El concepto de entrenamiento de sueño para tu bebé parece ser la norma en los EE.UU., pero en otros países, esta idea es muy extraña. El método de "dejarles llorar hasta que se cansen" a veces es visto como cruel y poco natural por mamás fuera de los EE.UU. Mitos populares dicen que los "bebés buenos" deben dormir toda la noche en su cuna sin necesitar atención alguna durante la noche, lo cual puede causar presión en los padres para impulsar a sus hijos a ser más independientes a una edad temprana. La verdad es que los bebés son dependientes, y aunque algunos pueden descubrir su ciclo de sueño por su propia cuenta, otros necesitan ayuda para encontrar su ciclo de sueño. No hay forma equivocada.
Temperatura de sueño
¿Pondrías a tu bebé afuera en su carriola en temperaturas congelantes a tomar una siesta? Muchos padres en países nórdicos como Suecia y Finlandia lo hacen y lo han hecho durante generaciones. Se cree que es bueno para el bebé estar expuesto al aire fresco lo más pronto posible ya que ayuda a desarrollar el mismo sistema inmune de sus madres. Incluso, algunas guarderías suecas llevan a cabo dicha práctica, tapando a los niños con una cobija si la temperatura es lo suficientemente fría.
La genética afecta el sueño
Un estudio realizado en 2013 en Canadá sobre gemelos descubrió que la genética influye en el tiempo de sueño nocturno de los bebés e infantes. El estudio demostró que factores ambientales afectan el sueño diurno, y que la implementación de rutinas incrementa el éxito del sueño. Sin embargo, la genética tiene preponderancia en el sueño nocturno, sobre todo durante los primeros 18 meses de vida. También quedó asentado que los factores ambientales comienzan a importar más pasados los 18 meses, pero quedó inconcluso si el fomentar hábitos a temprana edad es un ejercicio inútil.
Cambio de pañales a la hora de dormir
Aunque muchas culturas cambian el pañal antes de dormir y no inician el entrenamiento del excusado hasta los 2 o 3 años, los padres en Vietnam y partes de China pueden olvidarse de los pañales a los nueve meses con un método único. Cuando notan que el bebé está orinando, silban. Eventualmente, el bebé comienza a asociar el silbido con la acción y pueden controlarse.
Cuentos para dormir
Contar cuentos a la hora de dormir es común alrededor del mundo, aunque muchas culturas no necesariamente usen libros para llevar a cabo la actividad; esta ayuda a fomentar el vínculo entre padres e hijos así como crear una atmósfera relajante como parte de la rutina de sueño. Investigaciones han mostrado que incluso a una temprana edad, contar cuentos ayuda al desarrollo del cerebro del bebé y conecta las habilidades de lenguaje más pronto. Un estudio de 2013 mostró que uno de cada tres padres en los EE.UU. lee cuentos a sus hijos a la hora de dormir.